viernes, 24 de abril de 2015

5.4.2 Áreas Rurales

Las zonas rurales a menudo se definen en contraste con las zonas urbanas (ciudades).
Mientras que las áreas urbanas se caracterizan por su alta densidad, las zonas rurales contienen niveles muy bajos de desarrollo con baja densidad de población (menos habitantes por kilómetro cuadrado).
La principal actividad económica en las zonas rurales es la agricultura, con tierras de cultivo que constituyen gran parte del desarrollo rural.
Otras actividades económicas llevadas a cabo en las zonas rurales serían la minería o la extracción de recursos.
Aunque históricamente los agricultores trabajaban en el campo sólo para su propia subsistencia, la agricultura en el siglo 20 se convirtió en una empresa rentable.
Los avances en las prácticas agrícolas (como se explica en el tema 5.3.4) significan que los agricultores puedan desarrollar más alimentos por hectárea.
Como resultado, gran parte de los excedentes podrían ser vendidos de nuevo a las ciudades para obtener un beneficio.
Sin embargo, la Gran Depresión altero irreversiblemente la industria agrícola y cambio las perspectivas de muchas personas de confiar en la agricultura como única forma de obtener beneficios económicos.
Como resultado, muchas personas se trasladaron del campo a las ciudades.
En consecuencia, con la tendencia creciente de la urbanización, las zonas rurales se han vuelto menos importantes para el desarrollo humano.
En particular, la agricultura no es tarea fácil económicamente.
Se requiere trabajar largas horas por poco dinero.
A veces, los eventos climáticos extremos (tales como lluvias intensas o sequías) pueden destruir cosechas lo que reduce considerablemente la rentabilidad de una granja.
El trabajo en la ciudad puede ofrecer una fuente más confiable de ingresos.
Además, con las oportunidades de numerosos puestos de trabajo disponibles en la ciudad, se tiene una mejor elección de las ocupaciones y mayores posibilidades de obtener un ingreso más alto.
La concentración de servicios vitales como salud y educación hace que las ciudades sean un lugar más deseable para vivir.
No es de extrañar que las ciudades hayan crecido sustancialmente en los últimos cincuenta años.
Sin embargo, esta tendencia de la urbanización ha impactado negativamente en el medio rural.
Aunque las zonas rurales pueden no ser zonas preferidas para vivir, siguen siendo una importante fuente de producción de alimentos.
Con la creciente preocupación sobre la seguridad alimentaria en el futuro, las zonas rurales son fundamentales para asegurar que el mundo sea capaz de producir suficientes alimentos.
Sin embargo, como las áreas urbanas han crecido en importancia y atrajo a más habitantes y actividades económicas, que también se han ampliado.
El término “expansión urbana” se utiliza para describir las ciudades que se han extendido más allá de sus límites anteriores y que invaden las zonas rurales.
Grandes extensiones de tierras agrícolas se han utilizado  para la vivienda o el desarrollo industrial.
Muchos agricultores se han dado cuenta de que su tierra es más valiosa si se desarrollan en ella vivienda, actividades comerciales, u otros usos. En consecuencia, han vendido sus tierras a los desarrolladores por importantes sumas de dinero.
El abandono de zonas rurales a las ciudades ha creado una situación de desarrollo espacial desigual.
La importancia del desarrollo rural en lo que respecta a cuestiones de seguridad alimentaria debe ser una reflexión considerable durante el siglo 21.

La implementación del desarrollo sostenible requerirá que las  tierras de cultivo se mantengan en los próximos años y que las zonas urbanas se centren en la ampliación hacia arriba en lugar de la expansión hacia el exterior.




Bibliografía:
Coutiño.Díaz,Reynol,(2007) edit. Mac.Graw Hill, México. Df

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