Un proceso de intervención
comunitaria tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de la población
y que la comunidad sea protagonista de dicho cambio, tiene que ver con las
necesidades, aspiraciones, problemas o temas de interés para la comunidad. Se
trata de procesos a mediano y largo plazo, de tipo global y centrado en una
comunidad concreta, entendida ésta como el conjunto formado por los siguientes
elementos y sus interrelaciones: territorio, población, recursos y demandas,
dinámica de relaciones de poder.
En todo proceso comunitario se deben
tener en cuenta los siguientes aspectos:
·
Conocimiento y comprensión de la
realidad: A través de estudios cuantitativos y de la utilización de técnicas
cualitativas (entrevistas, historia de vida, recorridos barriales, grupos
focales, talleres, recopilación de relatos, categorizaciones, etc.)
·
Perspectiva global: Lo que nos
permite construir un pasaje del diagnóstico de salud al diagnóstico
comunitario; transformar las prioridades centradas en el equipo en prioridades
compartidas; abordar los programas sanitarios desde una perspectiva
interdisciplinaria; superar el protagonismo del profesional de la salud
habilitando el protagonismo de la población.
·
Información: Sin información no hay
participación. La información es pública y un derecho ciudadano. La información
desde el ámbito de salud, educación, seguridad, etc. Todos los conocimientos
deben ser compartidos para poder saber desde donde partimos y hacia dónde
vamos. Se debe dar la misma información a todos los implicados, instituciones,
técnicos y población, pero con lenguajes adaptados.
·
Coordinación: Sin coordinación no hay
intervención comunitaria. Cada actor social decide su nivel y posibilidades de
implicación; integrándose a lo que ya se viene haciendo desde otros ámbitos
(públicos, privados, organizaciones no gubernamentales, etc.) evitando de esta
manera superposiciones y por lo tanto, un debilitamiento tanto de las
estrategias como de los recursos. Para garantizar la continuidad, la
implicación es del recurso o institución no de las personas. La
coordinación del personal técnico debe contar con el apoyo de la Institución a
la que pertenece.
·
Participación ciudadana, como proceso
y como cesión de poder: El posicionarnos como ciudadanos, con derechos y deberes,
es lo que permite la posibilidad de pasar de ser un «consumidor» de
prestaciones a un ciudadano agente de su propio desarrollo, del ciudadano
individual una población organizada. Esto implica un primer movimiento al
interno de los equipos de salud. ¿Defendemos nuestros derechos como
trabajadores? ¿Somos capaces de pasar de la queja a la acción? El proceso
comunitario es complejo y difícil, aparecen obstáculos técnicos y metodológicos
relacionados con una escasa formación en esta temática por parte de muchos
trabajadores del ámbito de salud, y con el que se pretende poner en marcha
acciones que van a contracorriente del modelo imperante. Las dificultades
encontradas en cada una de las etapas se pueden ir solucionando a partir del
trabajo y colaboración de todas las personas implicadas en el proceso y la
convicción de estar desarrollando un trabajo serio y con rigor.
De esta manera se entiende que
aquello que es obstáculo o conflicto muchas veces es la oportunidad de repensar
acciones y de nuevos posicionamientos que permiten avanzar hacia intervenciones
más efectivas. Intervención, La psicología, y en general otras disciplinas,
buscan solucionar problemas u optimizar procesos a partir de una serie de
procedimientos llevados a cabo sistemáticamente. Este proceso se puede
comprender como 'intervención'. Aunque la noción de "intervención" ha
sido asociada a formas de construcción relacionales asociadas al modelo
experto/destinatario, el término expresa los modelos de estrategias más
utilizados en los que la "intervención externa" produce cambios.
Campos de "intervención" Proyectos sociales (Desarrollo Social Local,
socioeconómico, cultural y psicosocial) Proyectos de Construcción de
Ciudadanía. (Equidad, participación comunitaria, desarrollo de redes sociales y
comunitarias).
A pesar de los mayores problemas que
enfrenta el mundo son de naturaleza global, la mejor manera de asegurar un
futuro equitativo y el desarrollo sostenible es a través de una política de
relocalización y de reorientación de la comunidad. Relocalización significa la
integración de la participación local en la gobernanza y la formulación de
políticas y asegurar que las comunidades tengan voz en un mundo turbulento y
muchas veces caótico.
Después de todo, personas locales
conocen su ubicación geográfica y así están más interesados en fomentar el
desarrollo, que es consciente de sus intereses.
Sin embargo, en un mundo cada vez más
global, es también importante mantener una perspectiva global sobre la
participación de la comunidad. Todo esfuerzo debe hacerse para conseguir que
los habitantes locales a pensar tanto sobre la comunidad en que viven y el mundo
que les rodea.
Se les debe animar a pensar en cómo
contribuir a la economía mundial y cómo sus acciones marcan la diferencia. Una
breve mirada a cómo las localidades operan ahora nos puede dar esperanzas para
el futuro.
A pesar de que la cooperación internacional
parece difícil de alcanzar y los gobiernos no han sido capaces de integrar
plenamente la sostenibilidad en sus políticas, las ciudades han pasado a primer
plano con algunas ideas verdaderamente progresista. En cada ciudad en
particular, como Vancouver, Portland, Toronto y Copenhague, se han fijado metas
ambiciosas para lograr la sostenibilidad en las próximas décadas.
En particular, la de Copenhague ha
demostrado un gran compromiso en la lucha contra el cambio climático, y se ha
fijado el objetivo de lograr la neutralidad del carbono total en el año 2025.
Es decir, Copenhague pone en práctica políticas de invertir en infraestructura
para asegurar que no va a aumentar la adición de carbono a la atmósfera en el
año 2025.
También ha iniciado proyectos de los
Niños Bosque Climático, que reúne a los niños en edad escolar para plantar
árboles cada año - hasta el momento 8,111 árboles han sido plantados. Ciudades
como Copenhague, puede servir de inspiración para hacer frente a los desafíos
que enfrentamos, y revela cómo cada localidad, de hecho, puede lograr cambios
duraderos para el mundo futuro.
Parte de este esfuerzo debe incluir
la relocalización de algunos de los principios que hemos hablado anteriormente
en esta Unidad. Uno de los principios más importantes es garantizar que el
medio ambiente debe ser tenido en cuenta adecuadamente como los seres humanos
continúan desarrollándose. Esto significa fomentar las actividades que ayudan
al medio ambiente (como la mejora de la eficiencia energética) y penalizando
las actividades que perjudican el medio ambiente (como los residuos o la
contaminación que emiten).
Sin embargo, las empresas puede tener
un sentido económico reducir los residuos. Este es el caso donde los autores
Paul Hawken, Amory Lovins, Hunter Lovins presentan su concepto de “Natural
Capitalism”. Capitalismo natural significa valorar debidamente los servicios de
los ecosistemas o el capital natural del medio ambiente (vimos brevemente el
capital natural en el tema 2.6) e imitar el ciclo natural.
Por ejemplo, cuando un árbol cae en
el bosque, no es inútil. En su lugar, se descompone y aporta nutrientes para el
suelo para llegar a ser útil para otras plantas. Hawken, Lovins y Lovins
argumentan que las empresas pueden ahorrar dinero mediante la reducción de
residuos y el reciclaje de los productos sobrantes en otra cosa que sea útil.
Por ejemplo, las empresas que mejoren su eficiencia energética ahorran dinero
en sus facturas de energía. Aunque el capitalismo natural es a menudo
presentado en el mundo de los negocios como un ideal para el desarrollo
sostenible, las ideas centrales de la integración del medio ambiente en la
actividad humana se puede implementar en cualquier lugar.
El mundo se enfrenta actualmente a
graves problemas ambientales y sociales que parecen ser sistemáticamente
arraigados en el desarrollo humano. A fin de lograr un futuro más sostenible,
las actividades humanas deben dar cuenta adecuadamente de el medio ambiente y
luchar por una distribución más equitativa de la riqueza en todo el mundo.
Parte de la manera de lograr esto es a través de un esfuerzo de la
relocalización e integrar más la participación de la comunidad.
No sólo son las comunidades deben
estar bien equipadas para lidiar con los problemas que les afectan más, ellas
deben estar bien preparados para hacer un impacto en el mundo en su lucha por
lograr el desarrollo sostenible.
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