La legalidad supone, además, en
términos democráticos, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. La ley
pretende universalizar derechos y obligaciones y normar, en este caso, la vida
política. Esa igualdad ante la ley -que trasciende las diferencias de riqueza,
propiedad, sexo, religión, ideología- rompe con los privilegios estamentales y
corporativos de las sociedades pre-modernas y pre democráticas, construyendo
una nueva figura: el ciudadano.
Esa igualdad jurídica que no acaba
con las desigualdades reales (y que algunas corrientes han considerado, por
ello, una mera ficción), es el basamento a partir del cual se puede construir
un entramado democrático soportado por hombres y mujeres que adquieren su reconocimiento
como ciudadanos.
Al ser iguales ante la ley y al gozar
de los mismos derechos, la competencia equitativa entre las distintas
agrupaciones puede ser posible, pero además garantiza que independientemente
del triunfo de unos u otros, el individuo seguirá siendo tratado igualitaria mente.
Ciudadanía en ese marco, el
presupuesto básico es que existen en una sociedad moderna hombres con capacidad
de discernir racionalmente entre las ofertas que se les presentan, que pueden
contribuir con su opinión a la toma de acuerdos, que ellos mismos pueden
agruparse para participar en los asuntos públicos y que como individuos gozan
de una serie de derechos. En una palabra, que los individuos son considerados
ciudadanos. La familiaridad que esta palabra ha adquirido hace pensar que los
ciudadanos siempre han existido.
Sin embargo, parece necesario
subrayar que la construcción de ciudadanos es un proceso histórico que
precisamente se engarza con la modernidad y tiene su cabal expresión en un
régimen democrático. El ciudadano, piedra de toque del edificio democrático,
tiene una serie de derechos y obligaciones: derechos civiles, políticos y
sociales, y obligaciones en esos tres terrenos. Los regímenes autoritarios
precisamente suprimen algunos o todos los derechos ciudadanos.
Así, no es raro que los golpes
militares, asonadas y cuartelazos sean inmediatamente sucedidos por la
supresión de algunos de los derechos ciudadanos básicos, por ejemplo, el
derecho de reunión, de asociación, de publicación, etcétera. A diferencia de
otros regímenes, donde los individuos son considerados simples engranajes para
la reproducción del orden imperante, en la democracia éstos gozan de una serie
de garantías que son consustanciales a la forma de organización democrática.
El famoso político británico Winston
Churchill dijo una vez: “la democracia es la peor forma de gobierno, excepto
todas las demás que se han probado.” Esta cita parece tener algún mérito hoy en
día, con todos los problemas aparentemente sin solución en el mundo y las crisis.
Sin embargo, a pesar de los problemas
de hoy, el pasado fue definido por los monarcas que se preocupaba poco por sus
súbditos, ya que esto propago guerra constante. Los líderes de hoy en el mundo
occidental por lo menos son un poco mas responsables ante sus ciudadanos. La
democracia se menciona con frecuencia como una piedra angular de la sociedad
occidental.
A pesar de que toma formas
ligeramente diferentes en lugares diferentes, su principal objetivo es dar a
todos los ciudadanos en un estado particular, una voz en cómo su país se
gobierna. Esto es sobre todo frecuente en la forma de elecciones, donde los
ciudadanos votan por los líderes políticos que sienten que hacen el mejor
trabajo.
Aunque no es perfecto, sigue siendo
el sistema político más inclusivo de la historia y deben ser protegidos con el
fin de garantizar un futuro más equitativo. El concepto de “ciudadanía” es a
menudo considerado como un aspecto importante de una democracia en
funcionamiento adecuado.
Los dos filósofos políticos
contemporáneos Will Kymlicka y Wayne Norman indican los cuatro elementos de la
ciudadanía: la ciudadanía como estatus legal, la ciudadanía como la identidad,
la ciudadanía como la solidaridad y la ciudadanía como virtud cívica. La
ciudadanía como estatus legal sugiere que para todos los ciudadanos de un país
en particular se han determinado los derechos y deberes civiles que están
protegidos por la ley.
La ciudadanía como la identidad se
refiere al orgullo que sienten las personas por ser parte de una sociedad
determinada. Ser un ciudadano les ayuda a dar sentido a la sociedad en que
viven y lo ayuda a definirse como una persona. La ciudadanía como la
solidaridad es algo conectado a la ciudadanía como identidad, pero vincula esta
identidad al grupo de alrededor de un individuo. Sirve como “cemento social” y
ayuda a las personas conectarse con quienes los rodean.
La ciudadanía como una virtud cívica
implica que todos los ciudadanos tienen una parte o acción de una determinada
sociedad, y por lo tanto debe cumplir con ciertos derechos y responsabilidades
como miembros activos de este grupo. Esto incluye ayudar en las comunidades, el
tiempo de trabajo voluntario, o de votación durante las elecciones. Con el fin
de ser un ciudadano exitoso en la sociedad, la persona debe asegurarse de que
cumplen con cada elemento de la ciudadanía.
Sin embargo, en un mundo cada vez más
globalizado, la ciudadanía no sólo debe detenerse en las fronteras de su país.
El término “ciudadanía global” se refiere al concepto de la paz en otras partes
del planeta, y activamente que las acciones de uno no infrinjan los derechos de
los demás en todo el mundo. Que representa una preocupación ética por toda la
humanidad, y la comprensión de que todos los seres humanos están conectados y
compartir un futuro común en el planeta tierra.
Para ser un ciudadano del mundo, una
vez debe mostrar preocupación activa por el conflicto en el mundo y participar
en actividades para aliviar algunos de los problemas del mundo. Aunque una de
las formas más evidentes de cumpliendo como un ciudadano global implicaría el
voluntariado en las zonas pobres del mundo, sino que también podría incluir
cosas tan simples como la reducción de nuestra huella de carbono o la compra de
productos producidos ética mente.
La ciudadanía global es un elemento
fundamental para lograr un futuro sostenible (ambiental y social mente) ya que
fomenta la colaboración activa entre todas las diversas poblaciones del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario